Power Skills como puente
En la era de la IA, comunicación, liderazgo, resolución de problemas y colaboración son las habilidades más demandadas. Para atraer y retener a la Gen Z —más proclive al cambio— el trabajo debe ofrecer propósito, aprendizaje continuo y voz en decisiones. Cuando jóvenes enseñan tecnología y cultura digital, y perfiles senior transfieren criterio, redes y oficio, mejoran el rendimiento y el clima intergeneracional. El propósito es decisivo: para 9 de cada 10 Gen Z y Millennials resulta determinante en su satisfacción y bienestar. Vincular metas de negocio con impacto social visible no es filantropía, es palanca de atracción y fidelización.
Estrategias que funcionan
Aprendizaje con propósito: pasar de cursos a experiencias de acción donde equipos mixtos resuelven retos de comunidades alineados al negocio; se desarrollan Power Skills, innovación y reputación ESG.
Mentoría reversa y circular: jóvenes guían en tecnología y comunicación; seniors acompañan liderazgo y toma de decisiones. Reduce tensiones y acelera la transferencia de conocimiento.
Liderazgo para gestionar edades: formar jefaturas en sesgos de edad, comunicación adaptativa y flexibilidad por rol disminuye fricciones y conserva conocimiento crítico.
Puentes con talento emergente: vincularse a escuelas de oficios y programas de mentores moviliza empleo juvenil y desarrolla liderazgo y empatía práctica en la empresa.
Un equipo multigeneracional es una orquesta: unos marcan el compás con experiencia; otros aportan acordes digitales. Con el propósito como partitura común, el sonido trasciende las edades y produce triple impacto: fortaleces la organización, desarrollas talento y transformas realidades. Si esta visión resuena, explora un caso de éxito o suscríbete a nuestro boletín para más herramientas sobre aprendizaje con propósito e impacto social empresarial.