Del donativo a la solución
Durante años, la RSE se confundió con patrocinios y cheques. Hoy el estándar sube: reglas claras, metas alcanzables y aprendizaje continuo. En América Latina, avanza la adopción de estándares internacionales como los ISSB para reportar sostenibilidad, señal de que el relato inspirador cede espacio a datos comparables. ¿Traducción para RR. HH. y Sostenibilidad? Proyectos con propósito, dueños visibles y evidencia sencilla de entender: menos eslóganes, más mejoras reales en la operación y en la vida de las personas.
Colombia ofrece una ventaja concreta: la figura Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), que viene creciendo de forma sostenida. Para compañías con operaciones en Bogotá y otras ciudades, convertirse o trabajar con BIC facilita alinear negocio y beneficio colectivo bajo un marco local reconocido. En la práctica, significa planear con horizonte, medir con criterios comunes y rendir cuentas de forma simple: qué hiciste, a quién benefició y qué cambió.
¿Qué cambia para las áreas de talento humano?
El salto de filantropía a innovación social exige nuevas capacidades. Los empleadores prevén que una parte importante de las habilidades clave cambiará de aquí a 2030; las que marcan la diferencia incluyen resiliencia, agilidad, gestión de recursos y liderazgo. En paralelo, Formación y Desarrollo confirma que las Power Skills —comunicación, colaboración, pensamiento crítico— valen más que nunca, y que la IA puede acelerar rutas de aprendizaje personalizadas sin perder el toque humano. En palabras simples: personas que aprenden resolviendo problemas del mundo real, no solo aprobando cursos.
¿Por dónde empezar?
Empieza pequeño y significativo. Elige uno o dos retos donde tu negocio ya tiene palancas: reducir la rotación en un frente operativo, cerrar una brecha de habilidades en un barrio cercano, mejorar un proceso que hoy genera desperdicio o reclamos. Diseña experiencias de aprendizaje con propósito que combinen entrenamiento breve en Power Skills con un proyecto real de 60–90 días. Forma equipos “espejo” que sumen gente de operaciones, talento, negocio y aliados del territorio. Define una meta medible y fácil de comunicar (por ejemplo, inserción laboral a 6 meses, reducción de errores, mejora en satisfacción de clientes internos) y comparte avances cada semana. Cuando funcione, intégralo a los procesos core: compras, formación, gestión de proveedores o atracción de talento.
La empresa que perdura no es la que más dona, sino la que aprende a resolver. Cuando el conocimiento del negocio se encuentra con el talento de su gente y las necesidades de la comunidad, aparece una palanca de
🔗 triple impacto: organizaciones más fuertes, personas más competentes y territorios más prósperos. En un entorno donde te evaluarán por tu capacidad de solucionar, la innovación social deja de ser una iniciativa “bonita” y se convierte en ventaja competitiva. Los datos ya marcan el rumbo; es momento de mover los pies.
En Sibyl diseñamos experiencias de aprendizaje con propósito y acompañamos iniciativas de impacto que se miden en resultados, no en discursos. Sin prisa y sin presión: te invitamos a conocer nuestras iniciativas y a explorar un caso que te inspire el siguiente paso.