La nueva reforma laboral -Ley 2466 de 2025- acelera este rumbo: introduce una cuota de inclusión para personas con discapacidad—de aplicación gradual—que hace de la voluntad un deber y del deber una oportunidad.
Resumen ejecutivo citado por firmas legales: hasta 500 trabajadores, 2 personas con discapacidad por cada 100; más de 500, 1 adicional por cada 100; con primer año facultativo y obligatorio a partir del segundo (desde junio de 2026).
Más que un requisito, es una palanca para rediseñar procesos, equipos y resultados. Cumplir por cumplir es la versión mínima; aprender a incluir para innovar es la estrategia.
¿Cómo se convierte ese mandato en ventaja competitiva? En Sibyl trabajamos desde dos soluciones que se potencian: Aprendizaje con Propósito y Escuela de Oficios y Mentores. El primero instala proyectos reales —con impacto social y de negocio— donde equipos diversos resuelven problemas concretos de clientes y comunidades; allí se entrenan Power Skills (trabajo en equipo, liderazgo, servicio, resolución de problemas, entro otros) y se fijan comportamientos inclusivos medibles. La Escuela articula formación técnica pertinente con mentoría de líderes que modelan estándares de desempeño y convivencia: no solo abrimos la puerta al talento, preparamos el terreno para que se florezcan. Así, la cuota deja de ser una cifra y se vuelve capacidad instalada: procesos más robustos y culturas que retienen porque dan sentido y futuro. (Los datos de Colsubsidio también muestran que las compañías que innovan —y cuidan su talento— venden más y emplean más).
La invitación es clara y práctica: si quieres que la inclusión sume a la innovación —y no a tu lista de pendientes—, diseñemos juntos un modelo que conecte la exigencia legal con resultados de negocio: indicadores de productividad, experiencia de cliente y madurez cultural. En Sibyl te acompañamos a transformar el cumplimiento en una ventaja medible. ¿Damos el primer paso? Escríbenos y conversemos sobre cómo activar este cambio en tu organización.