Equipo diverso co-creando soluciones en un reto de innovación con propósito

Inclusión que impulsa la innovación

En Bogotá, los datos son elocuentes: las empresas que innovan reportan mejores prácticas de inclusión que las que no innovan. Donde hay apertura para crear, también hay apertura para incluir. La Gran Encuesta de Productividad 2024–2025 de Colsubsidio evidencia que las organizaciones innovadoras muestran “medidas altas” de contratación de mujeres (80% vs. 72%) y de personas con discapacidad (43% vs. 34%). No es casualidad: la diversidad no es un adorno reputacional; es la infraestructura humana de la innovación. Cuando ampliamos quiénes participan, ampliamos también lo que la empresa es capaz de ver, diseñar y ejecutar.

La nueva reforma laboral -Ley 2466 de 2025- acelera este rumbo: introduce una cuota de inclusión para personas con discapacidad—de aplicación gradual—que hace de la voluntad un deber y del deber una oportunidad.

Resumen ejecutivo citado por firmas legales: hasta 500 trabajadores, 2 personas con discapacidad por cada 100; más de 500, 1 adicional por cada 100; con primer año facultativo y obligatorio a partir del segundo (desde junio de 2026).

Más que un requisito, es una palanca para rediseñar procesos, equipos y resultados. Cumplir por cumplir es la versión mínima; aprender a incluir para innovar es la estrategia.

¿Cómo se convierte ese mandato en ventaja competitiva? En Sibyl trabajamos desde dos soluciones que se potencian: Aprendizaje con Propósito y Escuela de Oficios y Mentores. El primero instala proyectos reales —con impacto social y de negocio— donde equipos diversos resuelven problemas concretos de clientes y comunidades; allí se entrenan Power Skills (trabajo en equipo, liderazgo, servicio, resolución de problemas, entro otros) y se fijan comportamientos inclusivos medibles. La Escuela articula formación técnica pertinente con mentoría de líderes que modelan estándares de desempeño y convivencia: no solo abrimos la puerta al talento, preparamos el terreno para que se florezcan. Así, la cuota deja de ser una cifra y se vuelve capacidad instalada: procesos más robustos y culturas que retienen porque dan sentido y futuro. (Los datos de Colsubsidio también muestran que las compañías que innovan —y cuidan su talento— venden más y emplean más).

La invitación es clara y práctica: si quieres que la inclusión sume a la innovación —y no a tu lista de pendientes—, diseñemos juntos un modelo que conecte la exigencia legal con resultados de negocio: indicadores de productividad, experiencia de cliente y madurez cultural. En Sibyl te acompañamos a transformar el cumplimiento en una ventaja medible. ¿Damos el primer paso? Escríbenos y conversemos sobre cómo activar este cambio en tu organización.

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